Resulta que sobre todo en la mujer, tampoco afirmo que puede ser tu caso, más en un mayor porcentaje en las mujeres, aunque en las generaciones actuales ya no es tan importante; el casarse era sinónimo de felicidad, bueno al menos así lo imaginamos o tener una ilusión de que “yo tendré un buen matrimonio” ya sea como el de mis papás o mejor que el de mis papás o como yo lo viví, yo lo deseo. 

Y como siempre me gusta escribir en primera persona…

Comienzo mi búsqueda de la felicidad, al ser un ser humano, necesito por naturaleza establecer vínculos, relaciones y pertenecer. Al principio de una relación he podido experimentar, felicidad, amor, placer, más pasado el tiempo, los desencuentros con la pareja parecen ser más frecuentes y la desilusión es inevitable. 

Es casi siempre el mismo guión por llamarle así, el desencuentro con el amor, en donde la persona siente y cree que da mucho y recibe poco. 

A mi consulta llegan parejas en donde uno se queja de otro, el otro culpa a la pareja. Lo importante es que cuando ya están dispuestos o es “lo último que les queda” tomar terapia de pareja. Se sorprenden, ya que la terapia de pareja en Ledusco es individual. 

En donde cada uno desde su individualidad se le acompaña a identificar y hacer consciente varios aspectos que lo llevan a accionar ciertas dinámicas o a reproducir patrones inconscientes que lo llevan siempre al mismo lugar. 

Ya lo decía Bert Hellinger y en específico Joan Garriga “Para el buen amor ayuda mucho el haber resuelto herencias familiares problemáticas, dinámicas ocultas que dificultan el camino hacia el futuro”

El primer paso es llevarlos a identificar que muy probablemente la relación es entre dos niños, sumando sus anhelos, sus heridas, sus expectativas y sobre todo poniendo la responsabilidad en el otro de su felicidad. 

Como seres humanos tendemos a reproducir lo que inconscientemente aprendimos y como es inconsciente no me doy cuenta, siempre quiero que sea como yo creo que debería ser y pierdo de vista a la pareja, me posiciono en otro lugar en donde quiero controlar, manipular, ya sea pensando en que me hace o me hizo la otra persona, ya sea desde el lugar de víctima o inquisidor. 

Entonces te pregunto, ¿tienes a la pareja que quieres, que te suma y… ¿ tú eres la pareja que tu quieres y eres la pareja que suma?

Si te gustaría experimentar una relación de pareja en armonía en equilibrio e igualdad, no hay nada como iniciar un trabajo terapéutico. Escríbeme para solicitar una sesión gratuita.

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